domingo, 16 de noviembre de 2014

Empieza la playa

El verano cada vez está más cerca. Mañana, coincidiendo con jornada dominical, arranca en las playas de la ciudad la Temporada Baja. Un período de bronceado para jovenes y mayores.  
Hemos tenido unos días fabulosos pero nos ha llegado un nuevo inquilino por sorpresa y que a todos nos pone frenético  !EL LEVANTE¡
Este veranito entre el levante y poniente estamos teniendo un verano encantador, todo el mundo está protestando, cuando hay poniente !frio! cuando hay levante !calor!

El viento de Levante se origina en la depresión sahariana, por ello es cálido y seco. Este viento, al cruzar el Estrecho que actúa como embudo, adquiere una importante aceleración y una turbulencia extraordinaria adquiriendo velocidades medias de 36 Km/h, algunas rachas pueden alcanzar mas de 100 Km/h, su recorrido sobre el mar es muy corto por lo que no pierde su gran poder desecante.

El Poniente enfría la temperatura del agua y hace que la concentración de clorofila aumente, por eso con este viento, es mayor la sensación de frío y las aguas parecen menos claras, más verdes. El Levante por el contrario, calienta la superficie y disminuye la concentración de clorofila por ello en días de Levante y en zona de baños, el agua es mas clara "se ven hasta los pies".

La cultura popular está inundada de expresiones, coplillas y chistes sobre los vientos. La comparsa "Los Buscavidas" de Antonio Martín inmortalizó a los dos vientos en el año 1997, con un pasodoble que comenzaba "Cádiz es mujer con dos novios prendaos de su talle y están por sus huesos locos el Poniente y el Levante, ninguno quiere que el otro le ronde sus calles. Vientos del amor, por las esquinas y azoteas la requiebran y esa novia pela la pava con los dos, ay, los enamora, los enamora, los enamora…".

Yo me quedo con el Levante. Gracias a su existencia disfrutamos de esta tierra maravillosa, sin él ésta sería una zona inhóspita, todo sería un humedal y vivirían mejor las bacterias y los hongos que las personas. 

Soporto los "levantazos" como un mal menor y disfruto esas noches de luna con "levante bajeando", las banderas moviéndose un pelín señalando hacia el Castillo, la gente ambientando paseos y calles… Recuerdo cuando en el pueblo, se sacaban las sillas a la calle y junto a la "casapuerta" se montaban grandes tertulias familiares y vecinales, que duraban hasta bien entrada la madrugada.

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